La bibliografía acerca de las bondades e importancia de la lectura es abundante y variada. Sobre ello existe una gran cantidad de información; pero sobre los efectos prácticos la relación es inversamente proporcional.
En cierto pasaje del Quijote, obra del “Manco” más prolífico y versátil de la Literatura universal, Sancho está siendo golpeado por unos delincuentes. Ante los alaridos del fiel escudero el Quijote, delgado y querido personaje, se acerca sigilosamente y corrobora su sospecha: su fiel compañero era víctima de los facinerosos.
Luego de que “los amigos de lo ajeno” fugaran con el botín y con las manos hinchadas, producto de los golpes, Sancho se incorpora con dificultad. El Caballero de los Leones sale de entre los follajes frondosos. Sancho, con cara de dolor, pero sobre todo de indignación hacia su amo, le increpa por su total indiferencia y, más aún, le insinúa su cobardía. Sin embargo, lejos de ofenderse Alonso Quijano con la sabiduría, de la que dista mucha la erudición, propia de los hombres de mundo, porque esta puede lograrse también con los viajes imaginarios de la lectura, y con serenidad, que solo se alcanza cuando se afronta el destino, por más trágico, con temple y gallardía, le responde: “Mi amigo, huye el cobarde, se retira el prudente”. Sin armas, con la ventaja en cantidad de los delincuentes y sin estrategias el Caballero de la triste figura era consciente de que también iba ser una víctima más.
El niño no huye de los libros se retira y se retira por el simple hecho de no tener los suficientes conocimientos previos, motivaciones o estrategias que le permitan, no digamos enfrentar sino acercarse al libro y es ahí de la importancia que cobran las estrategias que se imparten para proveerles de las herramientas que les permitan acercarse a la lectura, con confianza, sin temores, preparados: con prudencia. Las estrategias que se imparten en Bibliotecas Vivas buscan proveer de recursos tantos cognitivos y metacognitivos que, juntos a la motivación, al modelaje permiten proveer de los condimentos esenciales para la preparación de un potencial y eficiente lector, en palabra de Calero, de un lector estratégico.
Daniel Penac hablaba del derecho del lector, de dejar de leer cuando este lo decida, pero es muy distinto dejar de leer un libro producto de un proceso crítico, por no llenar tus expectativas, no cumplir con el propósito o por otros factores, luego de haber realizado un análisis reflexivo, y otro es dejar de leer o no acercarte a un libro por miedo, inapetencia o desidia, por faltas de recursos, estrategias. Dejar a la deriva a un niño a que se enfrente a las aguas marinas de la lectura, sin saber nadar, sin salvavidas, sin conocimientos previos, es decir, sin estrategias es un acto de imprudencia, que puede conllevarlo a una muerte prematura, ahogado en las páginas de lo incomprensible.